Estudio y formación continua
El programa de estudios de Antroposofía del Goetheanum llega a adultos de todas las edades. Los frutos de lo aprendido y experimentado los llevan a su vida.
Estudiar Antroposofía en el Goetheanum significa también conocer el centro de las actividades de Rudolf Steiner y sus colaboradores, el entorno y el paisaje como escenario de los comienzos de la labor antroposófica, labor que ha continuado a lo largo del siglo XX hasta nuestros días y que hoy es visible en el movimiento mundial de inspiración antroposófica.
Un periodo de tiempo único en el Goetheanum
La lectura e interpretación de los escritos de Rudolf Steiner, las actividades artísticas, la observación goetheana de la naturaleza, pero también las preguntas y experiencias personales de los alumnos son elementos básicos del estudio de la Antroposofía en el Goetheanum. Este año, el sitio único para los estudios se complementa con un momento que también es único.
Muchos de los 34 estudiantes llegados en otoño de 2023 de 18 países participaron en la Conferencia Mundial de Micael que tuvo lugar antes del inicio del semestre. El movimiento antroposófico mundial, con casi 1000 participantes de todos los continentes que presentaron sus iniciativas, se mostró en toda su diversidad y vitalidad. «Una conferencia de expertos y conocedores en su materia» como lo vio uno de los participantes. Personas valientes y experimentadas que han elegido como su patria la realidad mundial.
Hace poco acaba de celebrarse una conferencia de la Escuela Superior con todas las Secciones, y pronto tendrá lugar la conferencia de Navidad. Es el centenario del nacimiento de la Sociedad Antroposófica y de la Escuela Superior Libre para la Ciencia del Espíritu con sus Secciones especializadas, y con ellas el trabajo en innumerables lugares, en instituciones con sus destinos individuales.
Fuerza para un nuevo comienzo
¿Qué se llevarán los estudiantes de vuelta a sus países de esta época formativa en el Goetheanum? Las personas que estuvieron en Dornach en 1923/24 ya no viven hoy. Ahora hay una generación que está experimentando la transición de un pasado de 100 años del impulso espiritual a los próximos 100 años - aquí en el Goetheanum. Hoy todavía no podemos atrevernos a intuir los impulsos que resultarán de ello para el trabajo en el mundo.
Los retos y dificultades que surgieron después del Congreso de Navidad no podían preverse en detalle, como tampoco los horrores de las décadas posteriores. Pero también era difícil prever todo lo que ha crecido desde entonces, lo que se ha creado, lo que el trabajo de tantas personas ha hecho posible. Mirando atrás, podemos estar contentos de una gran historia de éxito, lo mucho que se ha conseguido, esfuerzos y logros, también fracasos. Todo ello como motivación para sacar fuerzas para nuevos comienzos.