Trabajo interior y tarea cultural

Trabajo interior y tarea cultural

08 diciembre 2023 Claus-Peter Röh Visto 69 veces

La conferencia de la Escuela Superior, «La Piedra de Fundación y el bien mántrico de la Escuela Superior Libre», celebrada del 1 al 5 de noviembre en el Goetheanum, abrió nuevos impulsos para la cooperación entre los miembros de la Escuela Superior y los mediadores de la Primera Clase.


En su alocución inaugural de la formación de mediadores de la Primera Clase, Christiane Haid (Goetheanum) habló de la evolución de la corriente rosacruz hasta la versión de las frases rosacruces en la traducción que Rudolf Steiner les dio en la meditación de la Piedra de Fundación («De lo divino recibe su ser la humanidad») y hasta las últimas lecciones de la Primera Clase, en las que se trata la conexión entre la Escuela de Micael y la Escuela Rosacruz.

La contribución fundamental de Peter Selg, en la segunda parte de la reunión de los mediadores, se centró en el desarrollo de la Escuela Superior Libre para la Ciencia del Espíritu, los orígenes históricos de la tarea de los mediadores y la necesaria concienciación en torno a la responsabilidad hacia las Secciones y la Sociedad Antroposófica.

Claus-Peter Röh (Goetheanum) dibujó una imagen de los retos actuales: Las condiciones para el mandato de lector/mediador se están ampliando; la demanda de lecciones de clase tiene que ser gestionada en un complejo contexto de aspectos locales y regionales. Condicionada en parte por el cambio generacional, en muchos lugares crece la disposición de los miembros para una responsabilidad compartida en el trabajo de clase. ¿Cómo se pueden crear formas de trabajo en las que los procesos individuales puedan unirse para formar comunidades sostenibles y conexiones más fuertes entre el trabajo interior y los campos de trabajo de las Secciones especializadas?

Nacimiento de una luz interior

Constanza Kaliks (Goetheanum) abrió la conferencia con los miembros de la Escuela Superior Libre hablando sobre las cualidades del ver y oír: el nacimiento de una luz interior que atraviesa la oscuridad y la conversación basada en la escucha vivencial del lenguaje, los puso en relación con la imaginación de la décima clase, en la que el leer la escritura estelar se transforma en la experiencia de escuchar el lenguaje de los dioses.

Peter Selg (Goetheanum) desarrolló las cualidades del corazón para la vivencia de los acontecimientos del Congreso de Navidad 1923/24: «Si colmamos el corazón como órgano espiritual-físico con la Antroposofía, se vuelve órgano de percepción para los miembros de la constitución trimembrada del ser humano, pero también para una visión de las tareas futuras del movimiento antroposófico.»

Para las Secciones especializadas, Matthias Rang (Sección de Ciencias Naturales) planteó una pregunta a las ciencias naturales: ¿Es posible —como en las investigaciones de Johann Wolfgang Goethe— aprender a interpretar los fenómenos naturales con los métodos científico-naturales y al mismo tiempo con un espíritu abierto y libre? Como ejemplo, Rang describió un camino de combinación de diferentes calidades de pensamiento: De la lógica «A o B» en la mecánica física, a una forma de pensar comprensiva con la cualidad fluida y acuosa; del pensamiento que abre espacios y crea ambientes amplios con el gesto del aire, a la omnipresencia de lo cálido. Esto dio lugar a descubrir relaciones con los mantras de la Primera Clase y con las capas de la Tierra, de agua, aire y calor.

Actividad artística perceptiva

Christiane Haid, directora de la Sección de Literatura y Humanidades, abordó aspectos del transhumanismo: ¿En qué medida el yo humano mantiene despierta su actividad perceptiva frente a experimentos que en las revistas científicas se titulan «Cómo la IA produce arte»? Haid caracterizó las cualidades ahrimánicas y micaiélico-crísticas de la inteligencia y las relacionó con los «Pensamientos Guía Antroposóficos», por un lado, y los motivos mántricos, por otro. Su conclusión fue: En el encuentro con estas fuerzas, la actividad artística humana, en sus cualidades perceptivo conceptuales, desempeña un papel decisivo.

Allí fue donde Philipp Reubke, de la Sección Pedagógica, cogió el hilo y expuso: La capacidad humana de ser creativo a partir de libres impulsos interiores está predispuesta en la primera infancia. El factor decisivo para ello es la capacidad del educador para percibir el núcleo espiritual oculto del ser del niño, que aún está en proceso de devenir. Desarrollar esta capacidad es una cuestión de educación interior tal como puede desarrollarse en el trabajo con los contenidos de la Primera Clase.

Estas cuestiones en torno al impacto cultural de la Escuela Superior y la Primera Clase se profundizaron en los grupos de trabajo de la conferencia. Abarcaron desde la meditación de inspiración antroposófica (Nathaniel Williams, Sección de los Jóvenes) hasta la organización de las clases con elementos de la euritmia (Carina Schmid, CH).

Escucha y asombro

La última tarde de la conferencia abrió un nuevo campo de experiencias para los sentidos de la lengua y del oído. Tras una introducción de Constanza Kaliks sobre el problema de la traducción de textos mántricos, Rik ten Cate (NL), Marjatta van Boeschoten (GB) y Stefano Gasperi (IT) interpretaron los mantras de la décimo séptima clase en holandés, inglés e italiano. Especialmente para aquellos que no dominaban estos idiomas se creó una experiencia de asombro y escucha profunda, que permitió descubrir, como se comentó después, «un nuevo territorio interior», en el que era posible intuir una «cercanía al ser micaélico» a través del sonido calmado y sencillo del lenguaje mántrico.

En vista del centenario de las «clases de septiembre» y de la última alocución de Rudolf Steiner el próximo año, se aprobó la propuesta de celebrar la Conferencia de la Escuela Superior Libre del 25 al 29 de septiembre de 2024 en lugar de en noviembre.


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